PEDRO FIGARI

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PEDRO FIGARI EN WILDENSTEIN, LONDRES

El arte de Pedro Figari es excepcional en muchos sentidos. Por el hecho de que no se dedicó seriamente a la pintura hasta sus 60 años habiendo llevado una vida plena como abogado exitoso y prominente parlamentario uno podría esperar que su obra fuera la de un aficionado, pera para nada es éste el caso. A primera vista puede parecer naïve, pero esta impresión es totalmente engañosa: la simplificación de color y dibujo y la eliminación de peso y espacio están deliberadamente pensadas y son esenciales para el tipo  de evocación que el artista buscó.

Mayor naturalismo y una estructura espacial más convincente destruirían el efecto de casi-sueño que Figari logra, particularmente en cuadros en que reconstruye escenas que recordaba de su juventud, escenas que pertenecían a la última etapa de vida colonial en el Uruguay. Sin duda que estas visiones están idealizadas, pero nunca son sentimentales y son siempre convincentes.

Además Figari es un ejemplo de ese raro fenómeno, el de un artista que absorbe un estilo completamente foráneo, desarrollado en otro país y con otros propósitos, y lo hace completamente suyo. Evidentemente admiraba la obra de Bonnard y Vuillard, quienes se interesaban en pintar los ambientes cerrados, sin aire, en que los burgueses de París vivían sus vidas aparentemente inmóviles, pero estos artistas habrán estado asombrados al ver su técnica usada para representar espacios abiertos de la pampa y el movimiento violento y los colores brillantes de los negros bailando. Sin embargo Figari hizo esto con total éxito. Pero no se limita a estos temas, y algunos de sus cuadros más conmovedores muestran temas de figuras en reposo, como sus procesiones fúnebres y escenas fuera de las ventanas enrejadas de casas coloniales. Sus temas están todos tomados de sus visiones personales de sus propios recuerdos; pero eso no hace que sus cuadros sean monótonos, pues reflejan todos los aspectos de una vida colonial que aparentemente fue tan variada como atractiva.

Anthony Blunt  (prólogo para el catálogo  -  trad. FSF)